Sólo la casualidad puede aparecer ante nosotros como un mensjae, sólo la casualidad nos habla. En ocasiones hace falta que ocurran varias casualidades, aparentemente improbables, para que suceda algo que cambie nuestras vidas.

domingo, 30 de enero de 2011

Te hiero mucho.

Quería creer que todo esto no sería más que una simple pesadilla, que en cualquier momento despertaría y ese sueño horrible quedaría como algo anecdótico. Pero pasa un día. Y otro día. Y otro más. Y no queda otra que darse cuenta de que sigue despierta y que lo que tiene ante tus ojos no es otra cosa que la cruda realidad. Una realidad que aprieta, que ahoga, que estremece, que asusta, que agota, que duele. Empieza a comprender que no es tan fuerte como creía, que cuando más segura y más creía tener el control de las cosas, la vida le demostró que no, que no podemos controlar todo, pues todos y cada uno de nosotros somos perfectamente prescindibles aquí. Quizá ha sido eso, un aviso, una llamada de atención para ponerla los pies en la tierra y la única solución era poniendo un punto y final. Pero ella tan sólo quería unos puntos suspensivos... ¿tan difícil era entenderlo?


martes, 25 de enero de 2011

¿Quién es tu nuevo vicio? ¿Quién te ha salvado de mis precipicios?

Saboreaba aquel amor de manera discreta y absorta, lo cuidaba por medio de todos los artificios de su ternura y temblaba un poco con el miedo de perderlo más adelante. A menudo ella le decía con voz suave y melancólica:
  - ¡Ah!, tú me dejarás... ,te cansarás... , serás como los otros.
Él preguntaba:
  - ¿ Qué otros?
  - Pues los hombres, en fin. Sois todos unos INFAMES.-respondía ella.



MB.

sábado, 22 de enero de 2011

El dos en uno, el uno en dos.




Hay conocidas, compañeras, amigas, grandes amigas, y luego está Ella. Conocida desde los 3 años, compañera de este viaje llamado vida, amiga sí, pero de las gigantes, la hermana que no tengo, mi otra mitad. Y hoy es un día volver la vista hacia atrás y darnos cuenta de cómo ha pasado el tiempo. Hace unos años no éramos más que dos niñas soñadoras imaginando historias frente a una puerta y mírate ahora, 18 años. Entramos juntas al colegio un buen día de septiembre del año 96, y desde entonces hemos crecido juntas, hemos aprendido a escribir, a leer, a contar, a sumar juntas, hemos copiado en los exámenes juntas, hemos jugado a mil cosas juntas, hemos hecho muchísimas tonterías juntas, hemos ido a compleaños juntas, hemos ido de excusion juntas, hemos pasado nuestra infancia, edad del pavo, adolescencia blabla juntas, hemos ido al cine, de compras, al starbucks y al retiro juntas, hemos ido de fiesta juntas, hemos hecho tropecientos mil planes juntas, hemos imaginado un futuro juntas. Y así hasta el día de hoy sin la más mínima discusión o peleilla. Nunca. Por más que intente buscarla no la encuentro. Y es que creo que hoy no es sólo un día para celebrar tu mayoría de edad (¡Hasta en eso eres la primera, guarra!) y decirte lo típico de que ya puedes beber, salir, ir a la cárcel etc etc... Yo prefiero celebrar que seguimos aquí y ,sobre todo, que seguimos juntas, que el tiempo habrá cambiado muchas cosas menos nuestra amistad, que llevas 15 años a mi puto lado, aguantándome y queriéndome como soy, con mis virtudes y con mis defectos. Hoy también es un día para darte las gracias, gracias por cada sonrisa, por cada secreto guardado, por cada momento compartido, por cualquier mínimo detalle, por haber sido siempre tú. Y digo yo, ¿qué son 15 años comparado con todo lo que nos queda? Muchos de nuestros sueños quedarán en eso, simples proyectos, pero estoy convencida de que muchos otros los cumpliremos, pues esto, no es más que el principio.

Por una vida entera a tu lado.
¡Te quiero yoooonki aspirante a doctora! :)

PD: Y recuerda, ni telepizzas a 3 euros ni pollas a 5, ensalada de la huerta. Ésa es la clave xDD

viernes, 14 de enero de 2011

Carpe Diem.

Si hay algo que me enseñaron desde pequeña y que intento tener presente en todo momento es que todo lo que sube, baja. Demasiado obvio, ¿verdad? Pues no. Parece que a veces se nos olvida algo tan simple y a la par tan importante. Y es que nos guste o no, todo, absolutamente TODO, se acaba. El dinero igual que llega se va. La salud la pierdes. Ese amor que parecía ser para siempre resulta tener fecha de caducidad. Aquel amigo incondicional desaparece de tu vida practicamente sin que te des cuenta. Esos zapatos de los que estabas enamorada que te compraste, hoy juras no volver a ponertelos más. Aquella canción que escuchaste y cantaste una y otra vez hoy te cansa como la que más. Las flores se acaban marchitando, las vacaciones siempre llegan a su fin y las películas siempre tendran un "the end". Por eso ríe hasta que te duela, canta hasta quedarte sin voz, sueña hasta que tu imaginación no dé para más, salta hasta llegar al cielo, baila hasta que te duelan los pies, come todo el helado de chocolate del mundo hasta que lo aborrezcas, hazte fotos con tus amigas hasta que no quede espacio en la tarjeta de memoria, vete de chupitos hasta que pierdas la cuenta, viaja todo lo que puedas hasta dar la vuelta al mundo. En definitiva, vive. Esto no es más que una montaña rusa. Aprovecha ahora que estás arriba o el día que te des cuenta ya será tarde.

miércoles, 12 de enero de 2011

lunes, 10 de enero de 2011

¡ Cinco minutitos más !

7 y 11 minutos de la mañana. Suena la alarma del móvil. Mierda, mierda, mierda, ¿Ya? Enciende la luz. Lo apaga. Vuelve a su placentero sueño. Joder no, tengo que levantarme. Bueno, puedo esperar un ratito, voy bien de tiempo.Entra su madre. Ya no queda otra. Se levanta. Va al baño. Dios mio, ¿ese zombie del espejo soy yo? Hace la cama y se dirige a la cocina. Se toma su pastilla de hierro como todas las mañanas. ¿Seguro que esto hace algo? Calienta la leche y abre el paquete de cereales. Oh, caja nueva. Algo nuevo que leer. Efectivamente, examina cualquier mínimo detalle de la caja mientras desayuna. Y sí, repetira ese mismo acto todas las mañanas hasta que cambie de caja. Está demasiado dormida, mañana seguro que ni se acuerda. Maldito Plan Special K, si fuera verdad toda esta mierda ya sería una supermodelo. Tss. Se levanta, recoge su desayuno y vuelve a su habitación.. Hora de vestirse. Abre el armario. Mierda, ¿y ahora qué? ¿Lloverá? ¿No lloverá? Coge lo primero que encuentra. Sudadera, vaqueros y converses. Hoy no le importa, hoy no quiere estar guapa para nadie. Se viste, se peina. Pi,pi,piii. La señales horarias de la radio anuncian las 8 en punto. Joder, joder, joder, siempre me pilla el toro. Busca apresuradamente su lápiz de ojos. ¿Por qué nunca lo encuentro cuando lo necesito? No hay tiempo. A tomar por culo. Sale corriendo del baño. Guarda el móvil, el ipod y un euro para el bus en su mochila. Se pone el abrigo, coge las llaves, se despide de su madre y se va. Llama al ascensor. Sube, sube, sube. Baja a la calle. Oh no, me falta algo... mierda, ¡la carpeta! Ahora si que si. Sube a toda ostia a casa de nuevo. Se topa con su madre en el ascensor. No hay tiempo para explicaciones, a este paso perderá el bus. Entra en casa, coge la carpeta y vuelve a bajar. Sale, llega a la parada y al poco tiempo llega el autobus. Uff, por los pelos. Sube. Ya casi habia olvidado a la mitad de la gente. Sí, sobre todo a esa niña odiosa en la edad del pavo con voz de pito y que cuenta su vida en verso, la cual le interesa más bien poco (y menos a esas horas) Se pone el ipod y desconecta. 9 de la mañana. Llega al colegio. Dios, otra vez este verde espantoso. Ugg. Lleva despierta un buen rato, pero se podría decir que sigue dormida. Otra vez las mismas caras de siempre. Esa chica que tan mal le cae. Ese chulo que mira a los demás por encima del hombro. Esa otra que viste tan mal. Esa profesora amargada. Sí, ya está otra vez metida de lleno en la rutina. Mira su horario ¿Me pego un tiro ya o esperamos? Hora de entrar a clase. Historia. Que si Espartero, que si O'Donell, que si Narvaez... Se había olvidado por completo de todo aquello. Filosofía. Probablemente una de las clases más soporiferas. Empiezan con Descartes. No puede, demasiado aburrido. Desconecta y se va a su mundo. Y ahora literatura... y yo sin leer Madame Bovary aún. Llega a clase. Ha faltado el profesor, tienen la hora libre. Oh sí, esto me da la vida. Piensa. Bueno, habrá que hacer algo. Empieza. Lo deja. Empieza a hablar con la de al lado sobre la nochevieja y demás historias. Recreo. Demasiado corto. Latín. El participio perfecto y blablabla. Se da cuenta de que tiene los apuntes hechos una mierda. Soy un desastre. Y llegó la hora temida. Geografía. No, otra vez con la mujer. Saca todos los apuntes de urbana. Que jodido lio. Fotocopias,definiciones, temas, fotos, mapas. Les pide que saquen el plano de Alicante. ¿Cual cojones es el plano de Alicante de todos estos? Lo encuentra por fin. Que si los cerros, que si el casco antiguo, que si el ensanche, que si plano ortogonal, que si plano anárquico... ¿Dónde coño ve tantas cosas esta mujer? Lengua. Empiezan con el modernismo. Para no variar la gente no hace ni p*** caso. Llamadlo intuición femenina pero se lo temía. El profesor se cabrea, da por explicada la unidad entera y pone un examen para mañana a primera hora. Empezamos bien.
6 menos tres minutos de la tarde. Sigue sentada enfrente del ordenador. Aún no ha empezado a estudiar. Ni lengua ni filosofía. Como diría su abuela..."Que Dios nos pille confesaos".

domingo, 9 de enero de 2011

You may say I'm a dreamer...

   ... But I'm not the only one.


- Bórrate.
- ¿Acaso te borraste tú cuando bajásteis a segunda?
- No. De hecho fue el año que más gente se apuntó.
- Pues eso. A las buenas, y a las malas.

viernes, 7 de enero de 2011

Una foto en blanco y negro.

Por fin. Por fin sale el sol después de la gran tormenta. Por fin un reencuentro que con ese amigo con el que hacía tanto que no hablabas. Por fin esa persona a la que echabas de menos. Por fin un paseo por la Gran Vía. Por fin ella, mi mejor amiga, la de siempre. Por fin cabalgata. Por fin churros con chocolate. Por fin buen rollo. Por fin salir a la calle y sentir esa sensación de "sí, hoy me como el mundo". Por fin risas, risas y más risas. Por fin saltar, gritar, chillar. Y entonces, cuando en ese preciso momento todo parece ir de maravilla, las cosas cambian. Aparece algo que te hace detenerte a pensar. ¿Qué más necesito? Nada ¿Nada? Nada ¿Segura? Piensa, mira bien, algo habrá. ¿A quién quiero engañar? Claro que hay. De hecho, en ningún momento has dejado de tenerlo en mente. La pieza que completa el puzzle, la que haría que todo encajase. Sí, la pieza grandota que va en el centro y que hace que sin ella todas las demás pierdan su sentido. Y es que es así, de entre 1000 piezas una, sólo una, puede conseguir las 999 restantes pasen totalmente desapercibidas. ¿Y ahora qué pasa? ¿Qué hacemos con todo el trabajo hecho? ¿Vamos a mandarlo todo a la mierda después de tanto esfuerzo? ¿Deshacemos el puzzle o esperamos? ¿Esperar? ¿A qué piensas esperar? ¿Acaso va a ir la pieza hacia ti? Abre la caja, busca. Debajo de la mesa, entre los cojines, en aquel rincón... tiene que estar. Se supone que tiene que estar, viene en el pack, ¿no?. ¿No? Y así, tras mucho buscar te das cuenta de algo. Tal vez nunca llegó a estar en la caja y sea un defecto de fábrica. Quizá esa pieza nunca estuvo con el resto y, por tanto, nunca lo estará. Ese puzzle estaba destinado a estar incompleto de por vida ¿Qué hacer entonces? Malditos puzzles, nunca me gustaron demasiado.

lunes, 3 de enero de 2011

180º

Comienza un nuevo año y como siempre ese simple hecho parece removernos las conciencias. Pues sí, es estúpido, pero así es el ser humano, y claro, yo no voy a ser menos, ¿no?. Ayer alguien me preguntó qué le pedía a este nuevo año. ¿Pedir? Nunca me gustó pedir, es más, me asusta. Es como si las ganas de que algo ocurra fueran algo inversamente proporcional a la probabilidad de que eso llegue a suceder. No sé, no entiendo de números, cifras o estadísticas pero al menos yo lo veo así. Aunque tampoco puedo negar que no pido nada, siempre pedimos algo. Lo típico vaya, salud, dinero...amor (wow, eso sí que asusta). Pero puestos a confesar, si hay algo que realmente quiero este año son cambios. Cambiar de ambiente, cambiar de gente, cambiar cualquier mínimo detalle que suponga rutina, hasta yo misma. Pero, alto. Ten cuidado, los cambios no son siempre a mejor.